Soñé que despertaba,
que tomaba mi celular
y ese mensaje tuyo
con el que siempre
empiezo las mañanas
ya no estaba…
Quizás nadie nunca
vuelva a tener
como prioridad suya
decirme «buenos días»,
ni decirme antes que Google
el estado del clima,
ni mandarme la canción
de «Ay ho, ay ho»
de los 7 enanos,
ni la del Himno a la Alegría
para empezar el día.
Soñé que extrañaba
esos mensajes cursis
de los que me quejaba
cuando sin esperar,
puntuales a las 7:30,
mi sueño interrumpían.
Soñé que te lloraba,
soñé que te perdía.
Y eso que soñé,
eso que hoy es pesadilla
es simplemente
la ley de la vida…
Nada para deleitarnos en agosto?
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