Alma inerte

¿Podrá morir el alma antes que el cuerpo?

Quiero soñar como antes,
quiero vivir otra vida
y que ésta sea contigo
¡Alma mía, te fuiste!

Estoy sola y triste
así camino en la nada,
no basta mi cuerpo vivo,
no basta mi alma inerte.

El campo gris es tu tumba,
un pastizal que no existe.
Una ciudad que no muere
es el ataúd que te envuelve.

Es allí donde descansas,
donde duermes para siempre.
Yo aún tengo tu cuerpo
y es lo único que conservo.

Pero sé que éste se irá,
algún día o alguna noche
que no sé cuando será.
El momento llegará.

No sé por qué me pregunto
la razón de tu deceso.
De soledad moriste
y jamás me lo dijiste.

Te olvidé cuando vivías,
y por esa negligencia
no vi cuando morías
y te desvanecías.

¿Por qué nunca me di cuenta
de que el ruido te mataba
y de que las cosas vanas
solamente te enfermaban?

Mis saberes e ignorancias,
mis ambiciones mundanas,
mis plegarias todas rancias,
siempre aquellas tan insanas.

Juntas fueron tu veneno:
la cicuta que bebiste
de la mano del verdugo
que fui yo tan inconsciente.

Alma mía no eres nada,
y en más nada te conviertes:
nunca podrás ser polvo
porque de polvo nunca fuiste.

Quisiera poder llorarte
mas lágrimas no tengo.
Pues tú te las llevaste
y mis ojos están secos.

Alma inerte no te tengo,
estás muerta a la intemperie
sin mi cuerpo, sin tu cuerpo:
sin un cielo, sin un tiempo.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.