La moda de lo de «José» me hizo pensar, esa tendencia que salió hace unos días con la finalidad de «evidenciar»  lo que se debe hacer y lo que no en redes sociales me parece una pequeña cucharada de la intolerancia que se promueve dentro de ellas.

«José es muy atlético. José sale a correr todos los días. José sólo corre para mejorar su salud. Y lo mejor de todo, José no publica la distancia que ha corrido en sus redes sociales, para que sus amigos vean que es muy fitness. José es inteligente. Sé como José».

¿Y si José sale a correr porque quiere competir en carreras ya no es inteligente? ¿Y si él ama publicar cuánto ha corrido para llevar un registro de su progreso, o porque a él le gusta y punto? ¿Y si él quiere que sus amigos vean que es muy fitness porque se considera un gran ejemplo que debe ser visto por todos sus amigos de Facebook? Que publique lo que él quiera, ¿no? Al fin, si a alguien le molesta realmente ver las actualizaciones fitness de José pues que utilice el botón «unfollow» y así deje de enterarse de una vez por todas de lo que hace o no.

Otro ejemplo, para que no digan que como a mí sí me gusta correr ando de ardida: «José es otaku. José ama vestirse como su personaje favorito. Pero José sabe diferenciar entre la ficción del ánime y la vida real. Y su vida no gira en torno a ello ni desea tener una novia otaku. Sé inteligente. Sé como José». ¡Por favor! ¿Y sí a él le gusta que su vida parezca una serie de ánime, a quién le importa? ¿Y si él quiere tener una novia otaku? Pues allá él. Yo no tengo nada de otaku, más que muchos amigos así, y no me enoja en lo más mínimo que se la pasen compartiendo cosas de Naruto o de temas que no entiendo, es muy su gusto, si algo me llama la atención le doy «like», y si no, pues ¡que hagan lo que quieran!

A mí me gusta escribir poemas, siempre estoy compartiendo poemas, para mí no hay distinción entre la poesía y la vida real, ella es  mi vida, por eso los publico y demás. Entiendo que haya mucha gente a quien no le gusten, pero nadie está obligada a verlos, ni a nada. Pueden elegir la opción «ocultar publicación» y punto.

Entonces, amigas que se toman selfies en el baño con veinte filtros, si les hacen felices ¡síganlas subiendo! Amigos raros que sólo hablan de videojuegos, publiquen todo lo que quieran; gente fitness que postea cuántos kilómetros corrió con Nike, ¡adelante, neta me inspira! Todos: hagan con su vida, y con su Facebook lo que quieran y les plazca; sus vidas no molestan en lo absoluto, lo que sí fastidia es que haya personas que sientan que por subirse al tren del mame y decir lo que es inteligente y lo que no, se sientan más que otros o crean que por eso son inteligentes, como José. Yo no quiero ser inteligente. Yo no quiero ser como José.