
Foto: Flickr/jonebabana
Aquí estás, aquí te siento, también te veo;
cuando en la noche miro al cielo y te busco
encuentro que la luna creciente me sonríe.
Cuando falta con quien dormir a media tarde,
el pasto fresco me recuerda que estás Tú.
Aquí estás, también cuando no hay nadie;
sembraste en mí las semillas de la soledad
y una de ellas sería el árbol de mi libertad.
Aquí estás y todo eres, aquí estás y todo soy…
soy niña aunque crezca, soy tuya aunque me pierda.
Aquí estás, cuando te mezclas con mis lágrimas,
te vuelves parte de mis ojos, y entonces…
puedo encontrar colores que sólo Tú me dejas ver.
Aquí estás, cuando me dices que todo está bien
y me recuerdas que al futuro no lo puedo conocer.
Aquí estás, cuando juegas y te metes en mis manos,
para dejarme crear y ser un rato como Tú.
Aquí estás, y no te busco pues te encuentro;
aquí estás, en el bosque, en el desierto…
como sea, Dios mío, aquí estás…
13-enero-2017