Pelotear… tan linda esta palabra; son ocho letras que conectan dos mundos que he amado demasiado: el tenis y la publicidad. Sin duda, es uno de los vocablos que más he pronunciado en la vida; en el tenis dices «vamos a pelotear» y significa «vamos a practicar, entrenar, jugar sin competir», en publicidad quiere decir «vamos a intercambiar ideas para mejorarlas y crear nuevas».
Aunque los significados de pelotear pueden sonar muy diferentes en cada uno de sus campos de acción, en el fondo son muy parecidos, demasiado; la primera vez que mi maestro de tenis me dijo «vete a la cancha tres a pelotear» fue un reto para mí, tenía como dos semanas practicando tenis y apenas sabía pegarle a la bola, pero tuve que esforzarme para no quedar mal con quien se encontraba del otro lado de la cancha y demostrar que ya era capaz de pasar y responder las bolas. La primera vez que un director creativo me invitó a pelotear una estrategia fue muy parecida: llevaba como semana y media trabajando en una agencia y no tenía idea de nada; no sabía qué hacer, qué decir, sólo trataba de utilizar mi sentido común en la medida de lo posible para que mi presencia resultara útil, al menos.
Con el tiempo fui mejorando, en ambas cosas, de pelotear con mis compañeros del entrenamiento pasé a pelotear con jugadoras Top 200 en los torneos ITF, de participar en los peloteos de las agencias en calidad de bulto pasé a proponer ideas que hoy viven en la realidad, y sé que aún me falta, pero igual que en tenis, habrá que buscar muchos partidos, muchas campañas, muchos torneos, muchos pitches, muchos de todo. En el tenis aprendí que a veces, lo más importante para mejorar es símplemente estar ahí; compitiendo, esperando la oportunidad para entrar de alternante, para que te den un wild card o para jugar un buen partido del que no se necesita salir ganador para dar un salto hacia un nivel mejor. En la publicidad aprendí lo mismo, lo único que cambia son los nombres y las situaciones.
Pelotear es la palabra mágica que me traslada a un mundo aunque me encuentre en el otro; si en la agencia me dicen «vamos a pelotear» pienso en mis raquetas, si en el tenis me dicen los mismo pienso en las ideas. Pero sin importar dónde me encuentre, en las canchas o en la oficina, pelotear es algo que disfruto mucho, no sé en cuál de los dos mundos me gusta más estar, pero si de algo estoy segura es que quiero estar en ambos para siempre.